MARÍA

APASIONADA DE LA NUMEROLOGÍA

Desde muy pequeña he sentido una conexión innata con el universo, sabía cómo funcionaba, sabía que existía algo más, algo mucho más grande que nosotros, un TODO, una INTELIGENCIA INFINITA , esa ENERGÍA DIVINA que está en todo lo creado, que nos acompaña, que nos guía, que nos protege, inexplicable para los sentidos humanos.

Después de unos años desconectada, y vivir una noche oscura del alma, volvía a religarme con lo divino, con LA FUENTE, retomé esa conexión, ese dialogo con el universo que había tenido toda la vida, y me sumergí en las terapias de sanación cuántica.

“TODO ES ENERGÍA, TODO ES VIBRACIÓN”

Todo tiene un para qué

Soy María, una apasionada de la cuántica, de las terapias energéticas, de la numerología y de la Cabalah.

Diplomada en ciencias empresariales, licenciada en Administración y Dirección de empresas, asesora fiscal, laboral y contable, creando empresas propias y ayudando a crear y gestionar empresas, negocios, emprendimientos, acompañando y asesorando desarrollando planes financieros, planes de viabilidad, presupuestos, tesorería…  desde los 20 años.

Desde muy pequeña he sentido una conexión innata con el universo, sabía cómo funcionaba, sabía que existía algo más, algo mucho más grande que nosotros, un TODO, una INTELIGENCIA INFINITA , esa ENERGÍA DIVINA que está en todo lo creado, que nos acompaña, que nos guía, que nos protege, inexplicable para los sentidos humanos.

Me comunicaba con esa PRESENCIA DIVINA, con DIOS, con LA FUENTE, con el TODO, con la DIVINIDAD, con la ENERGÍA UNIVERSAL, como quieras llamarlo, yo pedía, pedía y pedía y todo lo que pedía se me daba, sin más, de una manera mágica. “PIDE Y SE TE DARA”.

Siempre me había sentido acompañada por esa fuerza superior, guiada y protegida por la FUENTE. Luego entendí que toda esa época viví conectada a la FUENTE.

A su vez, a nivel interior, siempre he vivido muchas revoluciones internas, muchas crisis existenciales de vida, que rápidamente entendí que eran crashes que nos hacen romper para evolucionar. Tenía claro que todas las situaciones tenían un para qué, servían para dar un salto evolutivo, un salto cuántico en crecimiento, siempre dejando atrás lo viejo, lo que ya a mi alma no le servía y pasar al siguiente nivel.

Religarme con lo divino, evolución y sanación

Después de unos años desconectada, y vivir una noche oscura del alma, volví a religarme con lo divino, con LA FUENTE, retomé esa conexión, ese diálogo con el universo que había tenido toda la vida, y me sumergí en las terapias de sanación cuántica. Empecé a hacer todo tipo de terapias, siempre enfocadas al mundo energético, a lo sutil, para mi autosanación. Estas iban llegando a mí según iba necesitando, desde hoponopono, un curso de milagros, transgeneracional (con los años la numerología me indicaba que una de mis funciones era sanar mi árbol transgeneracional), registros akashicos, cristales atlantes, reiki angelical, péndulo hebreo, limpiezas energéticas, constelaciones familiares, biodescodificación, tarot… En aquel momento no tenía claro nada, hoy sé que, como siempre, el universo conspiraba a mi favor, el camino estaba todo dirigido.

Todo un mundo impresionante, mágico, maravilloso, que ya había formado parte de mí en algún momento de la eternidad.  Agradezco cada técnica, cada herramienta por todo lo que me han aportado y sanado en cada uno de los momentos, me quedo con lo mejor de cada una de ellas, “TODO SUMA”, todo son recursos.

Pero a pesar de muchas técnicas y terapias, de sanar mucho, había algo que seguía guiando mi vida, era una energía sutil que no podía evitar, que no podía controlar, que me llevaba y que no sabía qué podía ser, no sabía por qué me pasaba lo mismo una y otra vez, repetía patrón, mismo perro con distinto collar.

¡Y, como no! Llegó mi respuesta: LA NUMEROLOGÍA

La Numerología, como no podía ser de otra manera, toda la vida con números los entiendo y los siento, me hablan, en los números veo la magia, la belleza de la vida.

El plan de tu alma: el diseño perfecto

No dudé ni un segundo, hice mi estudio numerológico y mi vida fue un antes y un después. Me cambió la vida.

La numerología me explicó perfectamente todo sobre mí, cómo vibraba, cómo era, cómo funcionaba, qué me pasaba, qué atraía, qué repetía, por qué siempre vivía las mismas experiencias, diferentes personas, mismas vivencias, mismos patrones.  Y lo que más me sanó, fue conocer la parte Karmika de la numerología, para mí, es la más terapéutica, fue impresionante.

Herramientas cuánticas

Al encontrar respuestas y saber que tenía un plan muy karmico, en esa búsqueda constante e incesante de evolucionar y sanar, me llevó a encontrar y formarme en otras terapias energéticas – cuánticas, como LNT, Activación de la Energía Kundalini, Thetahealling…, geometría sagrada, sanación angelical, sanación cuántica…. Psicoterapia Cabalística, estructura energética humana y otras muchas técnicas…

Así pues, quise empezar a entender estructura energética humana, cómo funciona la energía, cómo vibramos y así poder modificar esa estructura, que es lo que nos lleva a romper esos patrones, dar esos saltos cuánticos, esos eureka o clicks, que dices “ALGO HA CAMBIADO”, siempre con el fin de evolucionar, de nuestra paz, nuestra paz mental.

Estas herramientas cuánticas son terapias adaptadas a la velocidad actual, el universo va muy rápido, son herramientas que simplemente sanas. Y una vez integras este tipo de sanación, ya no quieres vivir de otra manera, como nosotros decimos, vivir en “CUÁNTICA”, no quieres más sufrimiento, no quieres más queja, no quieres más juicios…, simplemente quieres sanar y sanar significa aceptar nuestras luces y sombras, quieres simplemente estar en ese estado de plenitud, ese estado de PAZ.